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El seguimiento del símbolo de Santo Domingo llegará a los ejemplares del Cuartel de Artillería. El árbol más querido de la ciudad luce ya parte de su traje nuevo; las cicatrices del desplome son visibles, «pero avisará con tiempo de cualquier incidencia»

Fuente: laverdad.es

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El seguimiento de las constantes vitales del ficus de Santo Domingo, después del síncope de junio de 2017 cuando se vino abajo la mitad del árbol más querido de la ciudad, está dando resultados. Desde el verano se obtienen 65.000 registros mensuales, «fotos únicas de cómo está el ejemplar en el momento en que se toman». El histórico está al servicio de los técnicos municipales y de las empresas (Syscomed y Odin Solutions) que han desarrollado una tecnología pionera.

Juan Celdrán, fundador de Syscomed, recordó ayer a ‘La Verdad’ que la exploración de uno de los símbolos de Murcia es pormenorizada, en este momento cada dos minutos: «Estamos viendo cómo crece y qué demanda, cómo se comporta cuando se riega, cuando llueve o cuando hay humedad. Así averiguamos cómo reacciona. Lo que sabemos es que avisará con tiempo de cualquier incidencia que se prevea que pueda surgir». El 16 de junio se desplomó el centenario ejemplar y aprovechando unos mecanismos ya utilizados para la agricultura de precisión se adaptó dicha tecnología para el reconocimiento de árboles monumentales. En Murcia están monitorizados, además del ficus de Santo Domingo, los de Floridablanca, y el objetivo es implantar este dispositivo en breve en los del Cuartel de Artillería, en El Carmen. El mismo problema que tuvo Murcia podría producirse en Cartagena, Alicante, Almería, Málaga, Valencia y Castellón, ciudades que tienen la especie ‘Ficus macrophylla’, originaria de Australia. «Fue una moda que vino a España en el siglo XIX. Quedaban muy bonitos, pero estos ejemplares requieren unos cuidados especiales, como se ha visto».

La misma tecnología utilizada para hacer el seguimiento de los ficus se está aplicando para conocer la evolución de edificios con grietas y analizar cómo influyen los aspectos meteorológicos y sísmicos en ese tipo de estructuras. «Las empresas murcianas estamos aquí y buscamos soluciones a problemas y situaciones que ocurren en nuestro entorno. En este caso fueron dos socias de Timur las que pusieron la tecnología al servicio de la administración para probar algo que hasta ahora no se había utilizado en jardinería».

Dos compañías locales, Syscomed y Odin, hacen el seguimiento con una tecnología que se aplica en edificios con grietas

Los datos obtenidos con estos dispositivos de bajo consumo energético se almacenarán en la nube. El análisis de esta información servirá para detectar situaciones de estrés y minimizar los riesgos, sobre todo en el caso de Floridablanca y Cuartel de Artillería, donde los árboles mantienen su porte monumental y no han sido sometidos a podas tan radicales como la de Santo Domingo. El resultado de esos cuidados salta a la vista, puesto que el ejemplar plantado en 1893 poco a poco está bordándose un traje nuevo con sus propias fuerzas. Las tres grandes ramas peladas han ido reverdeciendo gracias a las atenciones proporcionadas desde entonces por el servicio municipal de Parques y Jardines y por la concesionaria del mantenimiento, STV, pese a que todavía se advierten las cicatrices que dejó el desmoronamiento de dos ramas aquel caluroso 16 de junio sin causar víctimas, pese a precipitarse sobre las terrazas y edificios anejos.

Una de las obsesiones del gobierno municipal es evitar que vuelva a ocurrir un desplome como el del 16 de junio

Una de las obsesiones del gobierno municipal es que no se repita el suceso, motivo por el cual se prohíbe el acceso al recinto del jardín de Floridablanca y se acota el entorno del Cuartel de Artillería cada vez que hay episodios de viento o calor extremo. Con la tecnología Big Data y algoritmos de inteligencia artificial predictiva es posible, según Celdrán, examinar las constantes del árbol y obtener datos suficientes para que los técnicos puedan tomar decisiones y minimizar los riesgos de caída de ramas. La tecnología empleada permite accionar el riego o los sistemas de pulverización para refrigerarlo y reducir temperatura ambiental o aumentar la humedad relativa del entorno; también es capaz de integrar alertas y avisos en caso de temperaturas extremas en episodios de olas de calor en los que este tipo de árboles sufren colapsos.

La colaboración público-privada ha tenido una rápida respuesta en este caso al amparo del proyecto ‘MiMurcia’, plataforma integradora de información y de sensorización para los diferentes servicios del Ayuntamiento de Murcia que ha sido reconocida por el Ministerio de Industria con una subvención de 8 millones de euros para desarrollar otros proyectos que hagan de Murcia una ‘ciudad inteligente’ o ‘smart city’.

Fuente: laverdad.es